Por: Ricardo M. Pilón A.
La música o mejor dicho Tzotzonaliztli ha tenido un papel relevante y trascendente a lo largo de la historia humana. Trayectoria que la ha llevado ha evolucionar en distintas formas de expresión rompiendo consigo misma las leyes que se impone. Ciertemente es la música la mayor expresión del hombre y por tanto, solo compete al hombre su manifestación, independientemente de su influencia en otras especies no humanas... Sobre la música podemos hablar muchas cosas al respecto de su naturaleza, pero es importante tener en concideración el papel fundamental del hombre para que ésta sea posible.
Actualmente se ha hecho común que la música esta a la disposición de todos, por no decir que se ha vuelto muy democrática. Posiblemente sea producto de las distintas concepciónes o rezagos que la ha hecho completamente libre al grado extremo de una anarquía "sonora". Así pues, con esto último, actualmente es casi imposible distinguir las tendencias trascendentales para asumir una faceta histórica. En México ni siquiera vale la pena intentarlo al modo occidental, pues es un hecho que la discontinuidad de obra y la no manifestación de una "auténtica" tradición musical haga posible una tendencia trascendental para distinguir una faceta histórica. En este sentido, solo hemos sido "imitadores" de la música occidental para anexarse a su trayectoria histórica, pero solamente eso. No fue sino hasta el siglo XX que se "intento" una manifestación, en general, del "arte nacional" que en lo sucesivo terminó por degradarse por las tendencias "vanguardistas" de la decadencia occidental hasta la fecha... Ante tal problematica contemporánea vale preguntarse ¿qué es realmente la música? y en lo sucesivo la odiosa necesidad de habituarla en tendencias de expresión de ideas o técnicas... La obseción del dominio conceptual de occidente ha hecho que su propio arte colapse y se degrade en manifestaciones que no tienen comparación con sus tendencias predecesoras, por no decir que ha llegado al grado del absurdo... Esto último como resultado del exclusivismo estético y la anarquía fundada en el "individualismo" donde el mundo pareciera circundar su existencia... Pero independientemente de su problematica, es un hecho cuan importante es la manifestación del arte, en especial de la música, que la fomentan y la cultivan como parte fundamental de la educación de sus "ciudadanos". En México, con toda su obseción en imitar a su padrastro, no tiene el minimo alcánce en educcación, difusión y creación... El arte mexicano, si es que podemos hablar de alguno, es totalmente exclusivo de una clase social determinada, en el sentido de que es la única que puede producirlo porque posee los medios o puede pagar por ellos. La clase dominante, entonces, hace del arte un "fetiche" que supone un grado jerárquico intelectual, lo que ya sugiere el deprecio y la marginación de los que pertenecen a la clase trabajadora...
Ante esta problematica uno se pregunta si ¿puede ser posible una "auténtica" manifestación del arte nacional y en nuestro caso de la música? Como bien dijimos, en el siglo XX hubo un intento a la conclusión de las guerras civiles en México. Intento del cual surgieron grandes personalidades artísticas Rivera, Orozco, Siqueiros, Revueltas, Moncayo, Chávez, Huizar, Moncada, etc... Así como una gran afluencia de sociedades civiles cuyas propuestas han influido, para bien o para mal, la mentalidad del pueblo... Pero como todo intento no siempre el fin es satisfactorio y menos cuando está de por medio el problema político que todo facciona, se tiene que volver a proyectar una iniciativa para el desarrollo "cultural y artístico".
Tan solo en materia musical, cuya clase burguesa solo tiene acceso, ante su obseción occidental ha despreciado, producto de su ideología, la revisión historica de nuestro pasado: en especial un peculiar desprecio hacia nuestras culturas prehispánicas. Basta con decir que todo se resume al concepto de "indio" ante la finalidad de "suponer" la inferiroridad y salvajismo de nuestras antiguas culturas. Sin embargo ello solo pone de relieve su falta de compresión a las mismas y si una total "ignorancia" al estudio profundo de sus fuentes históricas... Basta con decir que de una construcción de lo que fuera su música, hay toda una nueva propuesta estética, tecnica y de creación hasta ahora inexplorada por los prejuicios y fetchismos misticos... La mitología prehispánica ha revelado elementos sobre la música igual de valiosos que la mitología griega, romana, indu, etc... Sus fuentes históricas han demostrado que la música en la cultura mexica no era simplemente un mero entretenimiento: sino un oficio que vinculaba a los dioses con los hombres. Así, pues, oficiar el papel del músico era un compromiso que requería de habilidad e ingenio tales que se fomentaban solo en la educación.
Ser un músico en el antiguo Anáhuac era un noble oficio profesional para determinados fines especificos o generales. Sahagún dá muestra de la calidad entre un músico bueno y uno malo, este último que asume el papel ante el hecho de su mala preparación y de no admitir su incapacidad. La educación músical y de danza era "pública" y "obligatoria" y que se ejercitaba en el Cuicacalli ("Casa del canto"), porque siendo una sociedad religiosa todos tenían que saber cantar, tocar y danzar la música... Por tal razón el juicio de la sociedad sobre un músico en esas épocas era decisiva y a juicio de principios fundamentales de la música. Es decir que si un músico era visto como excelente, era porque realmente lo era; un músico malo, pues como tal. La educación de los antiguos mexicanos tiene su base en la fomentación de valores y virtudes que hoy en día no existen. ¿En qué se diferencia la idea de músico de occidente con la prehispánica? La primera solo ha fomentado la individualidad, por ende la competencia y la pretenciosa "originalidad"; la segunda el vinculo que hermana a los hombres en la felicidad o tristeza colectiva, el heroismo y la derrota, la belleza y la sublimidad... amante de la naturaleza y respetuoso de sus semejantes. En este sentido las virtudes y los valores son inexistentes en la mentalidad del músico occidental, antes bien son solo ideales del pensamiento que pone en música como un propósito, nunca como un hecho. La acción humana en el mundo prehispánico es fomentada a penas camina hasta su muerte y que manifiesta en la comunidad para tener un lugar dentro de ella. Es dificil asumir una sociedad jerarquica en los mexicas, porque los valores y virtudes, aunque se fuera humilde de condición, era el hombre excelente para asumir un cargo importante... Que existiese una tradición de sucesión era porque, como en toda civilización, se tiene la idea de que una persona excelente genera hijos excelentes y estos eran preferibles antes de elegir entre la comunidad que tambien posee sus excelencias... Por eso en la educación es importante la fomentación de valores y virtudes antes de encaminarse a un oficio o profesión...
Por eso es importante asumir el oficio del músico con responsabilidad y compromiso por amor mismo de la música y el deseo de arrobar el sentimiento humano como vinculo de hermandad. La prepotencia y pedanteria del músico de nuestro tiempo es a falta de valores y virtudes que nunca tuvo en su educación, pero principalmente en su familia... ¿Cual era entonces la base en el que se gestaba todo valor y virtud en la cultura prehispánica? No hay poseia o forma de pensamiento del mundo prehispánico donde no predomine el imperativo existencial de "un mundo de sufrimiento y muerte" y bajo este principio, dirá un canto, "todos con dolor y angustia queden adoctrinados" (mochi ihui cococ teupouhtica nezcaltilo...). Pero por lo mismo de que al hombre no le gusta sufrir, pone a flote al extremo sus mas oscuros deseos que solo se manifiestan el placer vicial... Ciertamente tenemos mucho que aprender de nuestras antiguas civilizaciones como una posibilidad de vivir mejor. Nunca como un regreso a ello, sino como una propuesta en la acción humana cuyos valores actuales, basados en una ideologia decadente, estan por los suelos y la locura. La música debe ser la manifestación clara de nuestro pensamiento, pero sobre todo de nuestras acciones...
"Dispóngase ya nuetro tambor,
preséntese ya el cantor.
Ya esparce allí variadas flores
(Cantares Mexicanos F 68 v y s)
Cipactonal Xochicuicatl de Azcapotzalco
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